Mantener el cuerpo flexible va a mejorar nuestra postura minimizando de esta forma problemas como los dolores, además teniendo buena flexibilidad necesitaremos menos energía para realizar el recorrido articular. Gracias a los estiramientos, relajamos los músculos después del ejercicio.
Cabe decir a parte de estos beneficios, que la flexibilidad tiene un papel clave en la prevención de lesiones musculares, ya que muchas de estas vienen producidas por la ejecución de un movimiento con un rango mayor de lo habitual sobre una zona rígida, con una flexibilidad reducida, (lumbalgias, esguinces, tendinopatias…).
Un músculo relajado, libre de tensiones tiene mayor capacidad de realizar una contracción rápida pudiendo desarrollar más fuerza de forma mucho más rápida. Buena parte de las molestias musculares que se sufren son producidas por una contracción constante y mantenida de los músculos. Estos músculos que se encuentran en constante contracción van a necesitar una mayor cantidad de energía para realizar la misma actividad que cualquier otro músculo que tuviese las fibras relajadas. Así pues, ser cada vez más flexible puede significar el final de algunos tipos de dolor crónico.
¿Por qué vamos perdiendo la flexibilidad?
A partir de cierta edad, es más común esta pérdida de flexibilidad. La disminución de los valores de flexibilidad que se observa con la edad se debe a la aparición de osteoporosis, a la disminución de la elasticidad de los ligamentos, a la reducción de lubrificación de las articulaciones, a la degeneración de los tendones y a la rigidez muscular, además, los músculos pierden fuerza y flexibilidad lo cual provoca problemas de coordinación y equilibrio.
Pero, no hay que alarmarse, si hemos estado cuidando nuestra musculatura debidamente podemos llegar a cierta edad con una buena flexibilidad, la base de todo está en haberse cuidado durante nuestra vida. Ni que decir tiene que la flexibilidad también se puede ganar, eso sí, nadie regala nada, y para conseguirlo, hay que ser muy constante.
Conclusión
En definitiva, aumentar la flexibilidad nos ayudaría en casi todas las tareas que realizamos a lo largo del día, desde salir del coche, hasta atarnos los zapatos. La flexibilidad ayuda a la coordinación, por lo que tendremos menos probabilidades de tener caídas, además da a las articulaciones una capacidad de moverse en su rango completo, lo que permite, sobre todo con la edad, estar más activo, ágil, y tener menos posibilidades de lesión.
Con los estiramientos adecuados verás tu capacidad física mejorada y podrás realizar gestos que antes te parecían imposible realizar.