Los espasmos musculares pueden deberse a la falta de líquido e hidratación en el cuerpo. Hay determinados estiramientos que nos pueden ayudar a aliviarlos e incluso a prevenirlos.
Los espasmos musculares, conocidos comúnmente como calambres, se originan cuando cualquier músculo del cuerpo se contrae, produciendo un dolor intenso. Lo más común es que se presenten en los músculos de las piernas y de la espalda, no obstante, podrían presentarse en otras partes del cuerpo.
Como indica la literatura científica “aunque casi todo el mundo tiene calambres musculares en algún momento, ciertos factores aumentan el riesgo y la intensidad de los calambres“, entre ellos se encuentran la deshidratación, las alteraciones electrolíticas, los trastornos neurológicos o metabólicos, y el consumo de algunos fármacos.
Sin embargo, la mayoría de las veces los calambres se originan debido a alguna lesión en el músculo. Estas pueden aparecer por:
- Hacer algún tipo actividad física estando deshidratado.
- Tener niveles bajos de potasio o calcio.
También existen otros tipos de espasmos que se originan cuando algún nervio conectado al músculo se irrita. Este es el caso de las hernias discales.
¿Qué hacer cuando tengo un espasmo?
Un calambre o espasmo se reconoce por la sensación de “nudo” que se presenta en el músculo afectado acompañado de dolor, el cual puede ser muy intenso.
En la mayoría de los casos los espasmos no suponen un problema de salud grave, por lo que pueden ser tratados en casa. ¿Sabes cómo? Si no lo sabes o no lo tienes muy claro, entonces presta atención a lo que vamos a comentarte a continuación.
- Detente inmediatamente
Es de suma importancia que, al momento en que comiences a sentir el espasmo, detengas cualquier actividad que estés realizando.
- No suelen durar mucho tiempo, sin embargo, pueden llegar a ser realmente molestos.
- Masajea suavemente la zona afectada por el calambre para ayudar a que el músculo vuelva a relajarse y a su vez aumente la circulación.
- Date tiempo para recuperarte. No hagas movimientos bruscos, respira profundo y trata de seguir realizando los masajes hasta que la molestia pase del todo.
- Incorpórate lentamente.
- Descansa
El descanso es sumamente importante para aliviar los espasmos que se producen en la espalda. Esto es porque después del calambre, los músculos quedan tensos y por ello en algunos casos es necesario permitir que vuelvan a relajarse.
- Trata de forzar lo menos posible el músculo y haz estiramientos muy cuidadosamente.
- Puedes buscar rutinas de estiramientos sencillas especialmente diseñadas para este tipo de molestias.
- Aplícate frío y calor
Esta combinación de calor y frío es muy eficaz para calmar espasmos musculares. El calor se emplea para relajar los músculos, mientras que el frío se usa para calmar el dolor o la hinchazón.
- Puedes usar una manta térmica, un cubo de hielo, un paquete de vegetales congelados, directamente hielo o botellas de agua con agua fría o caliente.
- Inmediatamente después de que comience un espasmo coloca algo frío en el área durante 30 minutos cada 3 horas.
- Mantén presionado el frío sobre el calambre para que este cese y, si no es el caso, aplica calor otros 30 minutos.